Porque no, no es normal despertarse cada mañana como si te hubieran dado una paliza
Marcos tenía una rutina perfecta.
Cenaba ligero.
Poca pantalla antes de dormir.
Persianas bajadas.
Temperatura ideal.
Música relajante de fondo (de esas que ponen en spas caros).
A las 23:00 se metía en la cama. Religiosamente.
Pero cada mañana… se levantaba como si lo hubieran apaleado con sacos de cemento en sueños.
Y no entendía por qué.
¿Estás durmiendo… o solo estás horizontal?
Durante años se dijo a sí mismo:
“Será el estrés…”
“Será la edad…”
“Será que ayer comí hummus con ajo…”
Spoiler: no era ninguna de esas cosas.
Era su colchón.
Ese colchón que llevaba con él desde que los DVD todavía eran una cosa.
Todo cambió el día que, en medio de una reunión de trabajo, su jefe le preguntó:
— Marcos, ¿estás bien?
No por empatía. Sino porque llevaba 3 minutos mirando una celda de Excel sin parpadear.
Ese mismo día buscó en Google:
"Colchón para dormir sin despertarte como si hubieras hecho crossfit en sueños."
Y ahí lo encontró: Edmon.
Lo que convenció a Marcos (y lo que puede convencerte a ti)
Había algo distinto en la web de Edmon.
Solo tres modelos.
Nombres con clase.
Un diseño limpio.
Y una frase que le dio en toda la cara:
“No estás comprando un colchón. Estás recuperando tu descanso.”
Eligió el modelo Supreme.
No porque fuera un experto en muelles ensacados, sino porque sonaba bien.
Firmeza media-alta.
Entrega en casa.
100 noches de prueba.
Nada que perder. Todo por dormir.
¿Y qué pasó después?
La primera noche: dormida normal.
La segunda: se despertó antes del despertador.
La tercera… ni se acuerda. Porque durmió como nunca en su vida.
Al quinto día, le escribió un WhatsApp a su ex diciendo:
"Gracias por dejarme, ahora duermo como un rey."
Literal.
No compres un Edmon si quieres seguir con excusas
Porque con un Edmon:
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Se acaban las mañanas de mal humor.
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Se acaban las contracturas misteriosas.
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Se acaban las excusas de “no fui al gym porque dormí mal”.
No es solo un colchón. Es una declaración de descanso.
¿Tú también quieres volver a dormir de verdad?
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Y si no duermes como un emperador… nos lo devuelves. Así de simple.
