A veces no es estrés, ni la edad, ni TikTok: es tu colchón
¿Quién duerme bien en 2025?
Mi vecino. Ernesto.
Tiene dos hijos adolescentes, una hipoteca, y un coche híbrido que solo carga los domingos (cuando se acuerda).
Pero cada noche a las 23:15… cae rendido.
Sin vueltas.
Sin meditación guiada.
Sin aceite esencial de árbol de té.
Un día le pregunté su secreto.
Esperaba un truco raro, algo de biohacking o yoga aéreo.
Pero me dijo:
— Compré un colchón Edmon y me cambió la vida.
Pensé que bromeaba.
Hasta que lo probé.
El problema no eres tú. Es lo que hay bajo ti.
Lo entendí rápido: no era el café de las 6 de la tarde, ni el estrés, ni los vídeos de gatitos.
Era que yo dormía sobre un rectángulo de tortura con nombre comercial.
Ernesto, en cambio, duerme sobre látex natural, firmeza justa, tecnología silenciosa.
Un colchón que no se queja. Ni hace ruidos. Ni te destroza las lumbares.
Y sí, lo sé: un colchón no te va a resolver la vida.
Pero cuando duermes bien… todo lo demás se vuelve más fácil.
La mayoría no lo entiende… hasta que lo prueba
La gente hace listas:
— Comer mejor.
— Tener más energía.
— Ser más productivo.
Pero pocos empiezan por lo básico: dormir bien.
No pierdas años buscando soluciones raras.
Empieza donde realmente importa: el descanso.
¿Tú también quieres dormir como Ernesto?
Haz como él.
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Y deja de preguntarte por qué no descansas.
