No era el estrés, ni el móvil… era su colchón.
¿Te has despertado alguna vez a mitad de la noche sin saber por qué?
Daniel sí.
Y no una vez. Casi todas las noches.
A las 3:41 AM, ahí estaba otra vez.
Mirando al techo.
Con los hombros tensos, la espalda como una tabla y la mente pensando en todo… excepto en dormir.
Durante meses se convenció de que era el estrés.
Que eran las pantallas.
Que era “lo normal”.
Hasta que, esa noche, a esa hora exacta, hizo clic.
Literalmente.
La base de su colchón crujió como si le pidiera perdón por no dejarle descansar.
El problema no era él. Era lo que había debajo de él.
Buscó en su móvil, medio dormido:
“Colchón para descansar de verdad.”
Y ahí apareció Edmon.
Una web diferente.
Solo tres modelos.
Nada de promociones agresivas ni tecnicismos incomprensibles.
Y una frase que le atrapó:
“No vendemos colchones. Devolvemos descanso.”
Eligió el modelo Classico, de látex natural.
Súper adaptable.
Hecho para dormir en cualquier postura y despertar entero, no roto.
El resultado no fue inmediato. Fue mejor.
La primera noche: igual.
La segunda: menos vueltas.
A la quinta… se despertó antes del despertador.
Y al décimo día, mientras se hacía un café, tarareó una canción sin darse cuenta.
No era magia.
Era descanso real.
A veces no necesitas cambiar de vida. Solo cambiar tu colchón.
Daniel no hizo grandes cambios.
Solo uno.
Y ese fue suficiente para recuperar su energía, su humor… y su mañana.
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Y deja que lo que hay bajo ti… por fin trabaje a tu favor.
